Debo decir que los juegos de la saga Dark Souls de From Software en principio no me atraían ni lo mas mínimo. Todos los fines de semana, un buen amigo mio, jugón de la saga, no paraba de «radiarnos» al sector gamer de mi grupo de amigos lo difícil que era y que no era un juego para «mariquitas». Yo tenía experiencia en los videojuegos pero pensar que me iba a topar con un juego con una dificultad endiablada que era lo que aparentemente lo que lo hacía «único» no iba conmigo. Hasta que me tope con Bloodborne.
A priori la historia y ambientación de Bloodborne me interesaban muchísimo mas que los de los Souls. Su estilo Lovecraftiano y demente en una especie de Londres victoriano me llamaba mucho más que la insalubre Edad Media de los Souls así que cuando las pasadas Navidades decidí auto-regalarme una Playstation 4 con un par de juegos tuve claro que los elegidos serían Metal Gear Solid V: The Phantom Pain y Bloodborne. En el juego el protagonista es un foraster@ que va a la región de Yharnam en busca de una medicina que solo esta en esa región. Sin embargo, descubre que en dicha región la sangre es usada con fines medicinales pero que su principal consecuencia es que su uso puede acabar derivando en adicción que acaba enloqueciendo a muchos de los ciudadanos de la región y que a mayores los acaba convirtiendo en bestias cuanta mayor es su ansia de sangre pero que solo pueden salir a la luz de la noche (algo parecido a la licantropía). Entonces nuestr@ protagonista se acaba convirtiendo en Cazador, un linaje destinado a acabar con la vida de las bestias y que cada noche tiene que «salir a cazar», (algo parecido en este caso a la saga de películas de La Purga). Sin embargo, a medida que avancemos en la historia acabaremos descubriendo que las bestias resultaran ser el menor de nuestros problemas y que nuestro protagonista se verá involucrado no solo en algo mucho más grande que el, sino que más grande que la humanidad misma. Este protagonista es totalmente editable, puedes elegir su sexo, su complexión física, color de piel, etc… así como su «pasado» que influirá en que características tiene más Y no habla por lo que realmente es el jugador la parte más activa de la historia, quien debe sentir los acontecimientos que suceden en el juego y reaccionar ante los mismos.
El juego no acaba con la historia principal sino que continua con el DLC que saldría posteriormente, «Antiguos Cazadores» (cuya duración es muy aceptable y le otorga bastante vida al juego, es decir, no es un DLC que sea para venderte un juego incompleto que es lo que hacen otras compañías), que procuraría cerrar cabos sueltos así como poner en mayor contexto el origen de los acontecimientos que suceden en el juego así como profundizar más aun en el homenaje a Lovecraft y también con las Mazmorras del Caliz, unas mazmorras que si bien no afectan a la historia principal nos servirán para mejorar todavía más, conseguir objetos nuevos y importantes así como vernos las caras con enemigos y jefes (y varios de ellos no aparecen en la historia principal) realmente temibles. En lineas generales el apartado gráfico es mejor que cualquier juego de la saga Souls y se nota claramente la mano de Sony Europa en esto al echar una mano a los chicos de From Software, ya que su punto débil es este y sus juegos suelen tener glitches, bugs y fallitos técnicos por el estilo. La BSO también es una genialidad, en casi todos los niveles no suele haber música pero esta se reserva a los enfrentamientos con los jefes finales y es grandiosa ya que la BSO se adapta a las circunstancias de cada batalla: Si es una lucha contra un Grande sonará algo épico, si es un combate de corte dramático tendremos un tema triste… Ryan Amon ha sido un genio de la composición con este videojuego.
Por lo que he comentado anteriormente tenía claro que Bloodborne no iba a ser una experiencia fácil. Tenía claro que iba a morir muchas veces y tenía el temor de que me acabase frustrando y lo acabase dejando de lado pero afortunadamente pasó algo completamente distinto. Morí mucho en Bloodborne, sí, pero seguía completamente enviciado al mismo y cada muerte no me quería hacer dejar el juego o tirar el mando contra una pared, si no seguir intentándolo y superarme hasta superar el obstáculo. Por ejemplo, toparse con un grupo de enemigos que si ibas a por ellos a lo loco te daban para el pelo en grupo pero que yendo muy sigiloso y acabando uno por uno poco a poco acabas saliendo victorioso. O por ejemplo, los jefes finales, el mayor escoyo del juego. Recuerdo que uno de ellos (Rom, la Araña Vacua), me mato como 20 veces hasta que decidí cambiar de estrategia: Deje de ir a lo espartano yendo a por ella y hice una estrategia de atacarla un par de veces y luego ir a la retaguardía esquivando sus ataques. Me llevó mucho más tiempo sí, pero la primera vez que use esta estrategia fue cuando por fin logre derrotarla. Bloodborne no es un juego de acción al uso, te obliga a pensar con sensatez, como si un humano de verdad fuese el que estuviese en la acción, si bien, sus combates, al contrario que los de la saga Souls son más freneticos y se basan en esquivar los ataques del oponente, ponerte a su espalda, etc… Tu protagonista es fuerte pero los enemigos pueden acabar con el en cuestión de segundos si no eres listo. En cambio, si te pones a pensar, si eres cauto y consecuente con tus acciones saldrás triunfante sin la necesidad de ser un jugador «hardcore», como me pasó a mi. A su vez, los enemigos (humanos, bestias o entidades) tienen cada uno sus puntos fuertes y débiles y hay que saber aprovecharlos (las bestias son muy débiles al fuego en su mayoría, por ejemplo). La paciencia la necesitas, es cierto, porque si no no llegarás a ninguna parte pero si lo eres acabarás viviendo una de las mejores experiencias con este juego, de los mejores ya de la presente generación y para mi, el mejor de su estudio. Y es cierto, puedes farmear y subir de nivel y mejorar tus stats y mejorar tus armas (pistola y arma blanca) así como conseguir equipaciones cada vez más fuertes pero el principal factor de éxito en Bloodborne es tu pericia al esquivar y atacar y sobretodo pensar en la estrategia más adecuada para cada situación. Con Bloodborne he tenido la sensación por primera vez al enfrentarme a un jefe en más de 20 años jugando a esto de temblarme las manos después de la batalla debido a lo ardua que ha sido, eso es vivirlo y sentirlo y esa es la mejor sensación que te puede transmitir un videojuego: El sentirlo sin necesidad de gafas de realidad virtual ni nada. El espíritu de superación es lo que se da cuando empiezas y cuando terminas Bloodborne, empiezas siendo un mero humano ante una horda de bestias y acabas siendo un guerrero que se ve las caras con dioses.
Lo mejor de Bloodborne también es la curiosidad que despierta en el jugador. Si tu vas directamente a la acción sin hablar por ejemplo con los pocos NPCs (Personajes No Controlables, o sea, los secundarios de la historia), sin hacer las sidequests o misiones secundarias o leer las descripciones de los objetos no te vas a enterar de nada de lo que pasa. Sin embargo si lo haces vas hilando cosas poco a poco y encima tienes más interés todavía por investigar lore y teorías en Internet. He alucinado con esto a mayores porque en Internet hay un montón de debate sobre la historia del juego con gente a mayores que ha escrito auténticos tochos sobre el mismo. El mayor (y mejor caso) es el del usuario de Reddit y jugador de Bloodborne, Redrgave, ha escrito una especie de ensayo o tesina llamado «Paleblood Hunt» («La Caza de la Sangre Pálida»), de 108 paginas y que muestra una perfecta muestra de comprensión y de significado de cada pequeño recoveco del juego. Bloodborne es una experiencia que el jugador necesita tomarse con calma y estar atento a todo lo que pasa, para que pueda comprender cual es su papel en ese mundo tan enfermo y como el puede ser la cura del mismo.
Como habéis podido comprobar, esto más que una crítica hacia Bloodborne es una carta de amor en toda regla. Es uno de los mejores juegos de su generación y una magnifica carta por parte de Sony y puedo decir que es uno de los mejores juegos que he podido disfrutar en toda mi vida. En general Bloodborne es una de esas obras que reivindica el juego como arte: Tiene una narrativa esplendida, te obliga a pensar y te pone a prueba, su apartado sonoro es magnifico… Todo lo que debería tener un videojuego de su genero a día de hoy. Dejar marchar Yharnam va a ser una experiencia triste después de tantas horas sufriendo y luego triunfando y es un juego que me ha marcado para siempre en mis 22 años como fan de este mundillo pero tengo muy claro que afortunadamente será una experiencia que nunca se olvidará.
La Zona Azul de la Luna 