La lucha libre o no tomarnos las cosas tan en serio.

En una charla de bar un amigo me comento «Pero Nacho, tío, flipo contigo. O sea, tienes buen gusto, lees mucho, ves buenas series y pelis y tal… Pero tío, ves lucha libre. O sea, eso es como un gatillazo cultural en toda regla». Mi respuesta: «¿Y por que esa estrechez de miras? El wrestling es mas cultura que deporte. Y es que creo que es así. Reconozco que llevo casi 10 años viendo a estos tíos montarse unos combates  que aunque veas ensayadisimos la verdad es que te da igual. ¿Por que? Porque cumple con la esencia del ocio: Porque es la hostia de entretenido.

Ver  el wrestling es como ver una serie de televisión de infinitos capítulos. Son tíos que se pegan pero básicamente sigue el argumento mas ancestralmente usado: El bien contra el mal. El wrestling se basa en el tipo bueno, que recibe el apoyo de la gente y que desean verlo triunfar frente al malo, un capullo que suele ganar usando trampas o ayudas externas de todo tipo y eso siempre suele mantener enganchado a la gente a lo que ofrece. Es un culebrón con leches, si, pero la mar de simpático. Al igual que las series también se da el aspecto cualitativo: Hay veces que hay episodios buenos y otros malos, temporadas en las que sigues fielmente el producto y otras en las que no quieres saber nada. Al igual que en las series de televisión hay guionistas (bookers) que escriben las historias, organizan los combates y el final de los mismos en cada show y puede ser bueno o malo. Como todo producto de entretenimiento.

140812-inoki-gp-5a_3_27d7f53e2bc6c98440f6f3320e858e6f-nbcnews-fp-360-360

Muhhamad Ali vs Antonio Inoki en el 76. Sería la pelea que inspirase a Sylvester Stallone en Rocky III para hacer la pelea entre Rocky Balboa y Thunder Lips, personaje interpretado por Hulk Hogan.

Lo bueno del wrestling es que es como un genero de entretenimiento con multitud de subgéneros en si mismo, porque no todo el monte es Oregano y no todo el wrestling es WWE (O Pressing Catch aquí en España). Hay gente que solo ve PPVs (Pago por Visión) como quien ve un partido, hay gente que ve los programas semanales como si fuera una serie de TV o hay gente que solo ve WrestleMania una vez al año como quien ve la Superbowl.

Si quieres tomarte la lucha libre como un espectáculo endiabladamente entretenido y estrambotico ve la lucha libre mexicana con sus mascaras y sus mitos, es uno de los pilares de su cultura y tradición. Me gusta resaltar para los mas novicios en este aspecto especialmente Lucha Underground, programa de wrestling producido por Robert Rodríguez y que se emite en El Rey Network semanalmente y que es como una serie de TV con toñas en toda reglas. El wrestling en Lucha Underground, siempre presente, es secundario. Lo importante son las historias que te mantienen pegado al televisor durante una hora, las cuales suelen ser muy buenas y esa ha sido la clave de su éxito. Ademas Alex de la Iglesia hará muy pronto un biopic (aunque me imagino que con su estilo) de El Santo, el luchador mexicano mas grande de todos los tiempos. El padre de todo esto de las mascaras.

resem45945ludisciples678x370

Mil Muertes, el campeón de Lucha Underground junto a su amante Catrina y los Discípulos de la Muerte.

Si te lo tomas como algo serio, si te gustaría que fuese lo mas parecido a un deporte puedes ver la lucha libre japonesa, en Japón el wrestling es considerado como algo serio y vas a ver mas bien poco drama, simplemente tíos que se pegan por aspirar a ganar el título. Y bueno, hasta hay para los mas violentos el género de la lucha libre hardcore para ver como unos locos se dan con tubos fluorescentes, alambre de espino, mesas de cristal y demás armas esparciendo sus glóbulos rojos por todos lados, no apto para sensibles pero hay peña a la que le va de todo. O como en el cine hay promociones de lucha libre independiente y que pueden ofrecer productos diferentes, con cuatro perras pero que se lo montan bien como Chikara Pro que es una empresa centrada principalmente en la comedia, personajes locos y el humor absurdo y sacarte unas risas.

En definitiva, cada uno tiene sus gustos pero no se le puede negar al César lo que es del César. El wrestling es entretenimiento puro y duro. La gente se lo pasa bien viéndolo como quien ve un partido. Es un deporte pero cada vez es mas entretenimiento. Uno lo pasa bien viéndolo así que creo que lo importante es vivir y dejar vivir. Ni es un espectáculo violento ni algo muy montado. Simplemente es diversión y sin pensarlo demasiado se disfrutan mucho mas las cosas.

La campaña en los shooters: Crónica de una muerte anunciada.

Desde el boom del fenómeno Youtuber se ha popularizado mas el concepto de grandes partidas masivas en el multijugador online de los shooters (videojuegos de acción en primera persona), lo cual esta muy bien. Casos como el nuevo Star Wars: Battlefront y poder recrear a las mil maravillas la batalla de Star Wars: El Imperio Contraataca siendo todos participantes de la misma es una maravilla pero en parte uno no puede evitar sentirse apenado. Con una buena campaña (el modo Historia de un videojuego) poder jugar la historia de Star Wars, aunque ya este muy visto, habría sido minimamente interesante pero no se puede, porque no hay campaña.

Ahora por ejemplo, juegos como Call of Duty: Black Ops III y el nuevo Star Wars: Battlefront ya no tienen campañas, solo multijugador online. Tampoco había necesidad. Activision con los CoD o EA Games con los Battlefield mismamente ya no se curraba nada sus campañas. En ella predominaban historias repetitivos, vacíos y sin carisma y es lo normal, a día de hoy es muy improbable que alguien se comprase el Battlefield 4 por la campaña por ejemplo (descargarselo igual si) pero tampoco los desarrolladores han hecho nada por hacer que las mismas sean minimamente interesantes.

¿Que ha sido de shooters como Goldenye o Perfect Dark que tenían una historia muy buena y que tenía enganchado a todo el mundo? Simplemente que cada vez interesaba mas el multijugador mas y mas hasta que directamente se ha impuesto en la actualidad. Algo que antes hacíamos todos los viernes tarde reuniéndonos en los cibers (negocios extinto ya junto a los videoclubs) ahora lo hacemos cada día. Borderlands ha sido un oasis en el desierto pero últimamente también ha decaído en este aspecto. Y a nivel de juegos de primera persona individual el género de la Aventura es su nuevo hogar y sagas como Metroid Prime o BioShock son una buena muestra de ello mostrando un buen nivel de arte en sus diseños y grandes historias.

Particularmente no estoy contento ya que por un lado, como el cine, los videojuegos como producto de ocio cultural deberían entretener y como máximo tener un argumento que apasione y que enganche pero ahora el género shooter ahora solo es carne de multijugador. Y es una pena, se ha demostrado que desgraciadamente las comunidades de videojuegos no son todo lo abiertas que deberían ser en algunos casos. Es muy probable que un jugador novato que se meta en una partida cualquiera de su CoD: Black Ops III cometa una simple cagada para que luego medio mundo le tilde de n00B (novato) y cosas mucho peores. Por eso pienso que son necesarias las campañas, sirven de buen entrenamiento para que los jugadores novatos entren en calor y ya conozcan todos los trucos del juego para poder estar al menos con una base en el multijugador y ser objeto de posibles mofas o burlas por su inexperiencia. Ahora con la ausencia de una campaña pues no lo tendrán tan fácil en ese aspecto y es que el bullying en el mundo del videojuego sigue tristemente muy presente.

The Knick: Cuando la cirugía comenzaba a dar sus primeros pasos.

Creo que una de las mejores series de televisión que se esta. The Knick es de la HBO pero no se emite en su canal principal sino en su canal secundario, CINEMAX, en sus inicios un canal temático orientado al género de la acción con series como Strikeback o Banshee pero que ahora tiene miras mas amplías estrenando productos televisivos como este. El director de cine Steven Soderbergh (Traffic, trilogía Ocean´s) leyó la novela en la que se inspira la serie y decidió convertirse en el creador de la serie, su director, su editor y su productor ejecutivo. Clive Owen leyó el guión del primer capítulo y se unió como cabeza del reparto sin dudar. Y unos meses mas tardes veía la luz en CINEMAX The Knick.

Estamos en la Nueva York de 1.900, con una altísima tasa de mortalidad con enfermedades como la peste bubónica o la tuberculosis y Clive Owen hace del doctor John William Thackery, un cirujano prestigioso que trabaja para el Knick, un hospital privado y que hace inmejorablemente su trabajo. Sin embargo, su adicción a las drogas es su peor enemigo. Junto a el completan el reparto Andre Holland como el recién llegado al hospital Dr. Algernon Edwards, del cual pese a ser un medico con grandes habilidades es despreciado por la antigua dirección del hospital por ser negro y por algunos de sus colegas del hospital como el propio Thackery por ser «competencia». A su vez vemos al resto del equipo como los médicos Everett Gallinger y Bertram «Bertie» Chickering Jr. o la enfermera Lucy Elkins (Eve Hewson, la hija del mismo Bono de U2) y la dirección del hospital que lucha por pagar las deudas del mismo y como puede sobrevivir un hospital que lleva a cabo métodos revolucionarios pero controvertidos en una sociedad mayoritariamente conservadora.

Como sociólogo también estoy especialmente contento ya que las historias no solo se ciñen exclusivamente al hospital y sus inmediaciones y podemos ver lo que caracterizaba a la sociedad neoyorquina del último año del Siglo XIX: La enorme cantidad de pobreza perceptible en las calles, el papel de la mujer en esa sociedad, diferencia considerable entre las clases sociales, el racismo imperante, elevada delincuencia…

Y es que The Knick es, sin duda, de las series de televisión mejor dirigidas de la actualidad, junto a Peaky Blinders. Pero esto no es casual, todos los capítulos de la serie están dirigidos por el propio Soderbergh, el cual trata a la serie como una niña mimada. Hablamos de un director de autor, propio, no un realizador que puede hacer un trabajo efectivo pero sin alma. The Knick respira y muestra carisma propio por todas partes. El uso de las cámaras o de la efectiva banda sonora es una maravilla que se nos queda grabada.

Las series de televisión actualmente sirven como resurgidores de carreras interpretativas, donde los actores pueden desarrollar a plena potencia su talento casos recientes como les ha pasado a Kevin Spacey  y Robin Wright con House of Cards, Dominic West (el protagonista de The Wire) con The Affaire, Steve Buscemi con Boardwalk Empire y ahora le ha pasado a Clive Owen con The Knick. Owen es un gran actor, sabiendo compaginar de forma eficiente películas comerciales como Sin City con papeles donde podía mostrar su gran habilidad como Hijos de los Hombres de Alfonso Cuaron. Ahora en esta serie podemos ver de nuevo a esa bestia interpretativa llamada Clive Owen dándolo todo y eso es genial de ver. El resto del reparto cumple sobradamente con sus actuaciones aderezado con lo bien escritos que están sus personajes. Ninguno estorba ni produce desidia (salvo quizás la historia de Cornelia aunque esta escrito como una critica a los matrimonios concertados entre familias).

Quizá uno de los puntos que no gusta a todo el mundo cuando comienza a ver The Knick es que no es para todos los públicos ya que es un tanto cruda y violenta pero porque tiene que serlo. En su énfasis por mostrar la realidad de la medicina de esa época y de los primeros pasos de la cirugía podemos ver dichas operaciones no de forma explicita pero si sin escatimar en detalles como sangre o vísceras. Hoy comencé a ver el primer capítulo de la segunda temporada y había una cirugía de nariz que uno no podía evitar fruncir el ceño pero el modo de fruncir el ceño cuando ves algo que te resulta desagradable. Si, hay gore pero solo la cantidad justa y sin resultar gratuito.

Realmente me cuesta encontrarle un punto negativo a The Knick. Es una de las mejores series de televisión de la actualidad y no puedo hacer mas que recomendarsela a cualquiera. Eso si, como dije antes no la veáis antes de comer, no es nada recomendable pero dejando de lado eso no me cabe duda de que se disfruta de la lucha de este hospital por salir adelante.