13 semanas en Battle Creek

Si, 13, porque es el tiempo que hemos podido disfrutar de la serie «Battle Creek» justo antes de su cancelación. Algo sorpresivo porque «Battle Creek» era la apuesta de este año para la mid-season de CBS. Y sus showrunners eran David Shore («Boston Legal»), Bryan Singer («House» y saga «X-Men») y el mismísimo Vince Gilligan («Breaking Bad» y «Better Call Saul») y con actores de primer nivel. Con estos nombres algo de envergadura tenía que salir si o si. Pero «Battle Creek» es una muestra de que si no te lo curras mucho o de que si le pones un horario horrible a una serie el proyecto, por mimado que este, puede salir perjudicado si o si.

«Battle Creek» narra las andanzas del departamento de policía de la ciudad del mismo nombre «liderado» por el inspector Russ Agnew (Dean Winters), una ciudad bastante fea como su hermana mayor Detroit (o como Ferrol aquí en Galicia para ponernos en situación) que tienen bastantes problemas ya que entre recortes y demas apenas tienen presupuestos para equipos decentes como mejores pistolas eléctricas, equipos anti-disturbios, etc… Sin embargo parece que les llega la salvación cuando el agente del FBI Milton «Milt» Chamberlain (Josh Duhamel; «Las Vegas», saga «Transformers») es asignado para echarles un cable aquí. Sin embargo para lo que el cuerpo de policía de Battle Creek es una bendición, lo lógico es que para Chamberlain, un tipo con un historial impecable y numerosas condecoraciones, sea todo un castigo fruto de haberle tocado las narices a algún pez gordo y eso es lo que Russ pretende averiguar. Y es que Russ aborrece a Milt por completo: Tiene mas éxito que el, la prensa de la ciudad lo adora, guapo, con encanto… Un Capitán América en toda regla y por eso quiere descubrir en que la ha cagado para poder deshacerse de el. Ademas de estos recelos también esta el temor infundado de que un guapete como Milt pueda encandilar a Holly, la recepcionista de la comisaría, a la que Russ nunca ha tenido el valor de pedirle salir ni nada por el estilo. Y es que lo de Russ nos pasa a muchos, que nos tienen que dar directamente un empujonazo a la piscina porque igual tenemos suerte pero hasta que nos den con una piedra en la cabeza no nos damos ni cuenta.

El problema de Battle Creek es que es una serie procedimental, es decir, cada episodio, un caso, y la única linea argumental recurrente es averiguar el porque han mandado a Milt a «Battle Creek» lo cual tampoco es algo de suficiente peso para mantener al espectador pegado al asiento semana tras semana. A pesar de eso, la verdad es que Battle Creek me resultaba bastante entretenida y mucho mejor que otras series de su palo a lo «Castle», por ejemplo. Creo que con una mejor dirección y una mayor implicación de Gilligan (porque la verdad salvo en el piloto que lo dirige el su huella esta desaparecida, me imagino que se habrá centrado a pleno poder en «Better Call Saul»). Ademas las actuaciones cumplen bastante bien y la química entre Winters y Duhamel, que es el principal de la serie, no era nada mala y como sociólogo me molaba como procuraban ver varios aspectos de la ciudad: Acontecimientos importantes, cultura, grupos sociales y tribus, etc… Sin embargo audiencias y criticas no han acompañado y esto es lo que hay.

Por lo tanto, Battle Creek es una serie divertida, de las que te ves en una tarde de domingo de una tacada, sin complejidad alguna y no innova nada pero divertida. Dadle una oportunidad si necesitáis algo con lo que desconectar y que no haga pensar mucho. No es una mala elección

Un comentario en “13 semanas en Battle Creek

  1. La verdad que me encantaba. Ojala y otra cadena se le ocurra comprar. El piloto fue fantástico y estoy totalmente de acuerdo que Hasta le pasa a Castle em algunos aspectos

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